Mientras escribo este mail tengo enfrente una estatuilla que compré hace veinte años en Praga y que me acompaña desde entonces en los distintos escritorios que tuve.
Cuando la compré estaba leyendo el libro de Gustav Meyrink El Golem. Había llegado a ese libro por el poema de Borges que tiene el mismo título.
Un Golem es, según lo mitología judía, una figura humana de barro a la que se le ha dado vida pronunciando el secreto nombre de Dios. Hay distintas versiones de la leyenda. En una se cuenta que en la frente tiene escrita la palabra hebrea que significa “verdad” y que al borrarle la primera letra, aleph, queda la palabra hebrea que significa “muerte” y el Golem perece.
En esa época intenté aprenderme de memoria el poema de Borges. Me había propuesto sumar una línea cada noche pero llegué solo a las primeras estrofas. Así empieza:
Si (como el griego afirma en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa,
en las letras de rosa está la rosa
y todo el Nilo en la palabra Nilo.
Con “el Cratilo” se refiere a uno de los diálogos de Platón en el que se trata justamente sobre si el significado de las palabras es natural o si es arbitrario.
A esta altura estarán pensando… ¿pero esto no era un mail sobre Mi abandono?
Sí, no se preocupen. Todo esto es para hablar de la novela de Peter Rock.
Si ya empezaron a leerla habrán visto que hay un especial cuidado con los nombres. Y qué poder tienen esos nombres en las personas.
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Antes de meterme en este tema quería retomar algo que había comentado en el mail anterior. Sobre qué es lo que estamos leyendo. ¿Es un diario? ¿Es la voz narradora de Caroline? ¿Hay otros fragmentos mechados dentro de la novela?
Me parece importante dejar en claro que no hay una única respuesta. La gran habilidad del autor es dejar cosas a medio decir para que cada una de las personas que lee el libro lo complete.
Sobre las dos primeras preguntas quizás un fragmento de la página 15 eche algo de luz:
“Si un párrafo es una idea, una idea completa, entonces una oración es una parte de una idea. Como en una suma, en la que un número y otro dan como resultado un número más grande. Si se escribiera en resta empezarías con una idea y le quitarías lo necesario para que ya no esté completa. Podrías escribir para atrás, o no escribir nada, o menos que nada. […] Algunas de las cosas sobre las que tengo que escribir: Randy, los puestos de observación, cuerpos, nombres, Sin Nombre, las personas cuando creen que nadie las ve, la nieve, camas elásticas, helicópteros.”
Si todavía no leyeron la novela o si van por las primeras páginas, pasen a los siguientes asteriscos.
Si ya leyeron más de la mitad del libro resalten con el cursor las próximas líneas que parecieran estar en blanco. Escribí lo siguiente con tinta blanca para que no se vea, al resaltarlo van a poder leerlo (si están leyendo desde el celular entonces quizás tengan que seleccionar y copiar esta parte de abajo y pegarla por ejemplo en un mensaje de Whatsapp para poder leerlo).
Este párrafo está en las primeras páginas, puesto muy astutamente por el autor, para que lo pasemos un poco de largo. Pero si se fijan Caroline está punteando los distintos temas que va a ir narrando. Así que si bien la novela está narrada en presente, nos lo está narrando alguien que ya vivió todo esto. Es como si hiciera esa “escritura en resta”. Empezó sacándole todo lo que ella ya debería saber, de ahí ese presente en el que narra. Esto, y la pregunta sobre los fragmentos que parecieran estar mechados en la novela, se responden en el comienzo de la página 170. No lo transcribo acá por si alguno todavía no llegó.
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En el mail anterior les había dicho que quería hablar de una escena en particular y que si podían leyeran hasta la página 66.
IMPORTANTE: Si todavía no llegaron a esa parte, pasen de largo hasta los próximos asteriscos.
En la página 64 Jean Bauer le regala un libro a Caroline. Peter Rock no nos dice el título, pero menciona de pasada el nombre del protagonista, así que podemos saber que es Un mago de Terramar de Ursula K. Le Guin, una saga de literatura fantástica. Caroline nos cuenta, al final de este capítulo qué tipo de magia tienen los libros de esta saga:
“La magia en este lugar se trata de nombrar, saber el verdadero nombre de una cosa o persona. Entonces las puedes controlar. Y una cosa puede transformarse en otra mientras su nombre sea cambiado y dure el hechizo.”
Conocer el nombre verdadero te permite controlar a otra persona. ¿No parece tan tirada de los pelos mi mención al Golem ahora, no?
Va un poco más de tinta blanca para que lean solo los que ya terminaron el libro.
Me parece que esta es una de las partes cruciales de la novela, donde se nos está diciendo de alguna forma, desde la óptica de Caroline, cómo este personaje que llama Padre la controló. Y cómo aunque no lo haya olvidado, decida no mencionar nunca su nombre verdadero.
Esta reflexión sí la pueden leer todos, porque me parece que no spoilea nada. Siguiendo esta línea, entonces Sin Nombre ¿no es el personaje más libre de toda la novela? 🤔
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La semana que viene será el último mail sobre Mi abandono. Aprovechando que tenemos un nuevo y flamante grupo de Facebook, si quieren pueden comentar sus impresiones sobre el final de la novela en el post que subí con la imagen "Spoiler Alert". Acceden al grupo acá.
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Ya que somos más de 2500 personas en el club se me ocurrió una idea un poco delirante, pero me parece que puede ser divertida.
Una especie de contraseña para que si se cruzan con otra persona del club puedan saludarse.
Durante esta semana salgan a la calle con sus ejemplares de Mi abandono. Llévenlo en la mano cuando cuando viajen en transporte público o pónganlo sobre la mesa si van a un bar. Si ven a otra persona que también lo tiene, mírenla a los ojos y asientan con la cabeza. Esa será la contraseña del club Carbono: