La escritura es algo tan poderoso que para inventar un cohete basta escribir la palabra “cohete” y para hacerlo despegar, adjuntarle un verbo.
Empecé hablando de cohetes, pero en realidad quería hablar de ciencia ficción, que no necesariamente tienen algo que ver. Uno de los primeros libros que leí del género fue Más que humano de Theodore Sturgeon, donde no hay naves espaciales ni nada por el estilo: un grupo de personajes marginados, cada uno con una facultad extraordinaria distinta, se juntan para formar una nueva entidad que es más que la suma de sus partes. Ahí fue la primera vez que leí sobre la Gestalt. Muchos años antes de enterarme que era un concepto de la psicología. Y muchísimos años antes (unos veintisiete años) de haber usado el término “cuentos gestálticos” en los mails de Carbono. Decía, entonces, que la ciencia ficción no se trata solo de naves y viajes a otros mundos. Detrás de esas realidades distintas, con sus adelantos tecnológicos o sus seres evolucionados, lo que está en juego somos nosotros mismos. Nuestros miedos. Nuestros deseos. La esencia de lo que somos o en lo que nos podemos convertir.
Por otro lado, lanzar un cohete es fácil. El tema es lo que hacemos con él.
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Puede parecer que todavía no empecé a hablar de La calle de los cines, pero sí. No hago más que hablar del libro de Marcelo Cohen. Aún cuando ahora me ponga a hablar de Bradbury.
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Hace unas semanas, cuando hablé de Crónicas marcianas, releí el cuento “Usher II”. Es uno de mis preferidos de ese libro, porque leerlo es a su vez releer a Poe. En esa réplica de la Casa Usher, en Marte, nos encontramos con varias escenas de los cuentos de Edgar Allan Poe recreadas por robots. Es un relato que aunque esté repleto de asesinatos se lee con una sonrisa.
Paso de Sturgeon a Bradbury y de Bradbury a Poe. Pero les juro que estoy hablando de Cohen. De esa sensación, como si fuera una especie de nostalgia anticipada, que voy a extrañar al Delta Panorámico. Y que seguramente sea un lugar al que vuelva muchas veces en el futuro. Posiblemente a través también de otras lecturas. Porque de eso se trata todo esto. La ciencia ficción construye mundos dentro nuestro y en cualquier momento una página puede llevarnos de nuevo a ellos.
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Subrayé un montón de frases de La calle de los cines. Me quedo con esta, que me gusta pensarla como lo que sucede en los libros cerrados:
…en el Delta sin humanos reinará un silencio apacible y el tiempo se volverá puro espacio.
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Les había dicho de hacer el experimento de pensar una palabra para cada cuento, la primera que se les viniera a la cabeza. Les confieso algo, el experimento no era tanto para comparar los resultados, sino para que hagan ese ejercicio. Sé que es difícil pensar en una única palabra. No sé si a ustedes les habrá pasado lo mismo, pero a mí me pasó que varios días después releí las palabras que había escrito y no terminaba de darme cuenta por qué las había elegido, hasta que releía las primeras líneas del cuento y ahí volvía todo.
No voy a poner todas las palabras acá, pero sí les comparto algunas curiosidades:
-Si alguien que no conoce el libro lee todas juntas las palabras que dejaron, jamás adivinaría que se trata de cuentos de ciencia ficción.
-Fueron bastante variadas, aunque en algunos cuentos hubo muchas coincidencias. En "Victorilo" por ejemplo muchas palabras trasmitían la misma sensación:
infancia triste
,
gris
,
zozobra
,
desazón
,
tristeza
,
lástima
,
incertidumbre
. En "La observación" se repitió varias veces
vejez
,
amor
y
muerte
. En "Invitada a una fiesta" casi todas las palabras fueron
vejez
o
soledad
. En "Intolerable" apareció varias veces justicia, y aunque haya aparecido solo una vez
ladrón
y
Robin Hood
me gustó cómo quedaban juntas.
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El domingo pasado los invité a que hagan un regalo de un viaje imaginario a través de una película y una canción para un amigo o amiga invisible. Junté todas las respuestas que dejaron y las asigné al azar entre todas las personas del club.
Este es el regalo de tu amigo o amiga invisible:
El regalo es del socio o socia número:
.
Te regala un viaje a:
.
Podés viajar a ese lugar con la película o serie:
.
Y con la canción:
(Si lo anterior está vacío es porque estás viendo una versión web del mail o porque te sumaste al club un rato antes que enviara el mail y no llegué a cargar tus datos).
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Nos vemos el domingo en la bandeja de entrada.
Abrazo
Sebastián Lidijover
